Las personas con trastornos del espectro autista (TEA) pueden presentar una amplia gama de características y síntomas. Algunos de los más comunes incluyen:

  1. Dificultades en la comunicación:
    • Retraso o ausencia del habla.
    • Uso inusual del lenguaje, como ecolalia (repetición de palabras o frases) o habla pedante (uso de un lenguaje formal y excesivamente detallado).
    • Dificultades para iniciar o mantener conversaciones.
    • Dificultades para entender el lenguaje no verbal, como expresiones faciales o gestos.
  2. Problemas en la interacción social:
    • Dificultad para establecer relaciones sociales.
    • Falta de reciprocidad en las interacciones sociales, como no responder a las emociones o intereses de los demás.
    • Dificultades para entender las normas sociales y las señales sociales sutiles.
  3. Comportamientos repetitivos y restrictivos:
    • Movimientos repetitivos, como balancearse o agitar las manos.
    • Intereses restrictivos y obsesivos en temas específicos.
    • Necesidad de rutina y resistencia al cambio.
    • Sensibilidad sensorial, como hipersensibilidad o hiposensibilidad a estímulos sensoriales como luces brillantes, ruidos fuertes o texturas específicas.

Es importante tener en cuenta que la presentación de estos síntomas puede variar significativamente de una persona a otra, y no todas las personas con TEA experimentarán todos estos síntomas. Además, algunas personas en el espectro autista pueden tener habilidades excepcionales en áreas específicas, como matemáticas o música. La detección temprana y la intervención adecuada pueden ayudar a abordar estos síntomas y mejorar la calidad de vida de las personas con TEA.

por Jose Maria D.

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